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Hoy, hablando con una clienta sobre sus Hortensias se nos ocurrido acercaros un tema bastante desconocido, y es que cada planta de flor necesita una tierra diferente. Aunque no le demos mucha importancia, puede marcar la diferencia entre lucir unas flores grandes y vigorosas o que se nos marchiten.
Vamos a empezar por lo que nos recomiendan los grandes expertos es cambiar la tierra de nuestras plantas de flor al menos una vez al año, la planta poco a poco va agotando las reservas de nutrientes de la tierra y la tierra acaba perdiendo esponjosidad y deshidratándose mucho más rápido a lo largo del tiempo.
Las dos grandes familias de tierras que nos encontraremos son:
Es la tierra que necesitan nuestros Geranios, Surfinias, Pensamientos, Nuevas Guineas… Las tierras de alta calidad suelen ser a base de turbas negras con perlita, enraizante y algún tipo de abono, en su mayoría guano. Son turbas con un Ph neutro entre 5,0-6,5.
Es el caso de las Hortensias de nuestra clienta pero también de las Azaleas, Rododendros, Camelias, Gardenias… son flores que necesitan un ph bajo comprendido entre 3,5- 5 puntos, en su mayoría están compuestos de turba negra con extractos de cal, aunque hay productores que también las mezclan con corteza de pino para que retenga mejor la humedad.
Este tipo de plantas no solo necesitan una turba especial para mostrarse hermosas sino también tienen una gama de abonos específicos como contrapunto a las carencias que estas plantas suelen presentar.
Algunos casos especiales también son la de los Bonsais, los Cactus y las Orquideas pero estos, ya los dejamos para otra día..
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